Desde que se liberalizó hace unos años el número máximo de cintas nominadas a mejor película del año, permitiendo pasar de las cinco de casi toda la vida a un número variable que puede llegar a diez, es el tercer año seguido que el número de ellas que pasan el corte se cierra en nueve. En cuanto a géneros la cosa está bastante repartida. Hay dramas, hay comedias, hay espectáculo, pero lo que realmente abunda son historias basadas en hechos reales (cinco directamente y una basada libremente en otra) y las que son mera ficción están más cerca de la realidad de lo que pudiera parecer. Una de ellas parte ligeramente como favorita, pero hay dos potentes alternativas que esperan al acecho para dar la campanada: Las aspirantes a llevarse el premio gordo esta madrugada son:
Lo malo de ser nueve las cintas nominadas es que apenas hay tres con serias posibilidades mientras que las demás, buenas películas en general pero no lo necesario para llevarse el premio, acuden un poco como simples comparsas ya que, si destacan en algunos apartados potentes de la ceremonia, no son precisamente en esta categoría. Sus posibilidades de menos a más son:
Philomena: A simple vista parece la película votada por el sector británico de la academia. Cuenta la historia real de Philomena Lee, una sufrida madre al que le arrebataron su hijo en un convento y 50 años despúes no pierde la esperanza de poder encontrarlo. Su nominación llega acompañada de las de mejor guión adaptado, banda sonora y actriz principal para Judi Dench. No parte como favorita en ninguna de ellas.
Her: El futuro ya está aquí. Las inteligencias artificiales son cada vez menos virtuales y cada vez más realistas. Demasiado moderno para los votos de los miembros veteranos. Aunque bien podría haber sido nominado Joaquin Phoenix, las otras cuatro nominaciones que ha conseguido son banda sonora, canción, guión original (su mejor opción) y dirección artística.
Capitán Phillips: Se estrenó hace tantos meses que a alguno se le debió hasta olvidar que optaba a los premios de este año. No estar nominado ni su protagonista (Tom Hanks) ni su director (Paul Greengrass) ya son suficientes pistas de que poco importante va a sacar de esta gala. Aunque así llegó Argo el año pasado y mira... A la nominación para mejor secundario y guión adaptado se le unen los técnicos de mejor sonido, mejor montaje y mejor montaje de sonido.
Dallas Buyers Club: Llega con seis nominaciones: tiene dos premios casi seguros, dos con serias posibilidades y dos simples reconocimientos al trabajo bien hecho. En el primer grupo están sus actores. Matthew y Jared se dan como claros favoritos en su categoría. En el segundo grupo entraría maquillaje y peluquería (lo que dan de sí 250 euros de presupuesto bien empleado) y guión original, adpatando la historea real de Ron Woodrof. Y en el tercero, montaje y película. Se llevará entre 2 y 4 Oscars. No creo que les importe mucho no ganar el más grande.
El lobo de Wall Street: Martin Scorsese es el director más laureado que ha colado una película entre las finalistas de este año y su película opta a cinco de los premios más importantes. Al de película le siguen director, actores principal y secundario (Leo y Jonah) y guión adaptado. El problema es que mientras a algunos les ha encantado la película a otros les ha espantado. La tachan de frívola, condescendiente, haciendo apología de todo tipo de excesos. Consecuencia: división de votos. Posiblemente se vaya de vacio en las cinco categorías.
Nebraska: Tengo que reconocer que es mi preferida de las nueve y que si por mí fuera le entregaría el premio, pero hay tres películas que parecen haber llamado más la atención de los que realmente votan. Una historia sencilla de padres e hijos, de secretos del pasado que vuelven cuando ya no se les espera, de personajes auténticos y universales que podrían vivir en Nebraska o en Albacete y serían siendo tan reconocibles y cercanos. Sus bazas fuertes van a ser el guión original y la fotografía. Dirección, película y actor principal están muy caras este año. Ahora, si se lo llevara June como mejor secundaria y me daría por satisfecho.
La gran estafa americana: Cuando empezó la temporada de premios parecía que se iba a comer todo. 10 nominaciones a los Oscars y cierto favoritismo entre buena parte de la crítica parecía que le iban a allanar bastante el camino. Pero los Oscars hay que saber ganárselos con esfuerzo y promoción y parece que gastó muy pronto todos sus recursos y a la hora de la verdad otros han sabido dosificarse mejor y llegar con todas las fuerzas a la última curva del recorrido. A día de hoy solo parece tener opciones reales en actriz secundaria, vestuario y dirección artística. En las demás lo va a tener bastante complicado.
Gravity: Uno de los motivos por el que se abrió el cupo de cinco nominadas fue para que pudieran entrar películas de este corte (pocos entendieron que El caballero oscuro no lograra al menos un reconocimiento en forma de nominación). Si la memoria no me falla, hasta la fecha solo una película de corte fantástico se ha llevado el premio a mejor película y esa fue El señor de los anillos: El retorno del rey. Con Gravity parecía que de sus 10 nominaciones solo iba a aspirar (o mejor dicho, a acaparar) a los técnicos como efectos visuales, sonido, montaje, montaje de sonido y fotografía, pero la dirección de Alfonso Cuarón está también practicamente asegurada. Lo que es casi seguro es que va a ser la película que acabe la noche con más premios recibidos y el de mejor película del año puede estar entre ellos.
12 años de esclavitud: Tiene todo lo necesario para ser la película triunfadora. Drama de manual, hechos reales que muestran un sufrimiento alargado en el tiempo y el periodo más vergonzoso de la historia estadounidense que en pocas ocasiones ha sido mostrado sin tapujos en el cine. De hecho ha tenido que venir un director inglés para mostrar lo que otros parecían no atreverse a hacer. Aparte de ser una gran película, es la más "fácil" de votar por los miembros de la academia.
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